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Nuestros Verdaderos Tesoros

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Riqueza

 

Debemos como naciones Latino Americanas redescubrir y empoderarnos de la riqueza alimentaria y nutricional autoctona y nativa de nuestras tierras.

Articulos

USO DE PLANTAS NATIVAS COMO AGENTES QUELATINIZADORES

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Introducción

 

Desde hace 7.000 años, las civilizaciones prehispánicas del continente aprendieron a domesticar y cultivar algunos vegetales para alimentarse de ellos

 

Muchas de aquellas especies ancestrales americanas hoy son patrimonio alimentario de la Humanidad.

 

La papa, el tomate, los frejoles, la calabaza, el pimiento, el chocolate, el maní, el aguacate o la piña sirven de ejemplos conocidos.

 

Pero, por sobre todos los demás, para los antiguos habitantes de América el alimento esencial fue el Maíz.

 

Vinculado siempre al Origen de la Vida, el Maiz fue sagrado en la extensa zona  que hoy va desde el norte de Chile y Argentina hasta el sur México.

 

Sin embargo, junto al Maíz existieron otros dos cultivos, la Quinua y la Kywicha, de tanta importancia alimenticia que también fueron considerados un regalo de los Dioses.

 

La Quinua y la Kywicha (amaranto, coime) fueron cultivadas en el continente desde el año 5000 aC y se estima que su domesticación duró 2.000 años.

 

A la llegada de los españoles, veinte millones de personas de asombrosas civilizaciones que –a diferencia de los europeos- no padecían hambrunas, basaban su alimentación esencialmente en el cultivo de Maíz, Papa, Quinua, Kywicha y Tarwi (chocho).

 

El Maíz y la Papa aportaban carbohidratos. La Quinua, la Kywicha y el Tarwi suministraban proteínas, de tal alta calidad que en las dietas andinas precolombinas era prácticamente inexistente el consumo de carnes animales.

 

Se sabe ahora que más allá de la cantidad (que, como veremos en un cuadro posterior, supera a la de los más importantes cereales) el verdadero valor nutricional de la Quinua y la Kywicha radica en la calidad de sus proteínas, que tienen una incomparable proporción de aminoácidos esenciales

 

A su llegada, los europeos desestimaron estos alimentos –entre otras razones por su carácter sagrado - e introdujeron nuevas especies como el trigo y la cebada, que tienen rendimientos más altos y son más aptas para el proceso de panificación.

 

Considerados luego comida de indios por las sociedades criollas, el cultivo y uso de la Quinua y la Kywicha quedaron relegados a grupos campesinos dispersos en una extensa zona andina.  .

 

Durante casi cinco siglos la superficie cultivada de Quinua y Kywicha fue comparativamente insignificante, y ambas especies – que fueron antaño principales alimentos históricos de orgullosas civilizaciones de América-  se convirtieron en desconocidas para los habitantes de las nuevas grandes ciudades que crecieron en el continente.

 

Por fin, hace algunas décadas, como en un cuento de hadas, los investigadores modernos las “redescubrieron” y quedaron maravillados de sus incomparables propiedades nutricionales.

 

De pronto, comenzaron a desarrollarse investigaciones y proyectos científicos de toda naturaleza en torno a la Quinua y la Kywicha en casi todos (por no decir todos) los países del continente.

 

Desde las NNUU, la FAO y el PMA, hasta pequeñas ONGs en remotas comunidades indígenas, pasando por universidades e institutos privados de toda importancia y tamaño, hoy se desarrollan iniciativas destinadas a mejorar el conocimiento, el cultivo, el uso y el consumo de ambos alimentos.

 

La NASA incluyó la Quinua y la Kywicha en su programa de vuelos espaciales prolongados, y ambos cultivos, en una resurrección inimaginable poco tiempo atrás, acompañaran al Hombre en su viaje a las estrellas.

 

Sin embargo, en los grandes centros urbanos de América el desconocimiento sobre la Quinua y la Kywicha sigue siendo generalizado.

 

Para corregir significativamente esta situación, Fundación Smith Nagal  desarrolla un proyecto de comunicación –provisionalmente denominado Semillas Sagradas- destinado a difundir en muy breve tiempo, en toda América Latina, la historia, propiedades y situación actual de ambos cultivos ancestrales:.

 

El proyecto Semillas Sagradas se propone informar sobre la Quinua y la Kywicha a millones de habitantes de las grandes ciudades de América, capacitándolos, además, en la preparación de platos y en el conocimiento de productos agroindustriales y artesanales, basados en ambos alimentos.

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